La victoria naval en el golfo de Lepanto de la escuadra cristiana sobre la turca, el 7 de octubre de 1571, fue conseguida, según el Papa Pío V, gracias a la intercesión de la Virgen a la que las tropas cristianas habían rezado un Rosario. Pío V, que era dominico, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a la letanía de Nuestra Señora el título de “Auxilio de los cristianos”. Su sucesor, Gregorio XIII, cambió la fiesta por Nuestra Señora del Rosario.
En Asturias la devoción a la Virgen del Rosario sería difundida por los dominicos establecidos en Oviedo, donde fundaron, en 1518, el Convento de Nuestra Señora del Rosario.
El prior del citado convento ovetense, fray Baltasar de Solís, se traslada a Candás el 2 de agosto de 1604 para reordenar la Cofradía (religiosa) de Nuestra Señora del Rosario, cuya fecha de fundación no conocemos, pero que tuvo que ser, obviamente, anterior a la visita del prior. Posteriormente, en febrero de 1663, la cofradía fue renovada por fray Francisco Uría, perteneciente al mismo convento. Los cofrades eran mayoritariamente los miembros del Gremio de Mareantes, figurando al frente de la cofradía los mayordomos, que eran elegidos anual- mente la víspera de la festividad del Rosario, fecha en la que los salientes tenían que rendir cuentas del ejercicio anterior. La cofradía celebraba las festividades de la Virgen y conmemoraba con gran solemnidad la Pascua deResurrección y la fiesta de San Telmo. También realizaba rogativas y oficios, así como novenarios con procesión en las capillas de San Antonio, San Roque y del Buen Suceso, o simplemente procesiones, a Perlora, a Piedeloro y a la mar. Además, contribuía a la financiación de obras realizadas en la Iglesia parroquial. No tenemos noticias de la cofradía después de 1795.
La Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, renovada en 1663, renació con el nombre de Cofradía Virgen del Rosario, refundada en 2012. Candás recuperaba así una tradición secular.
Fuente: Portfolio 2019